martes, 8 de abril de 2014

Becas Europa, mucho más que un viaje.

Recuerdo perfectamente el día en el que el jefe de estudios, Raúl, comunicó a mi clase la posibilidad de participar en un programa que se llamaba “Becas Europa” y que estaba organizado por el Banco Santander y la Universidad Francisco de Vitoria. Su objetivo principal es encontrar a los preuniversitarios más talentosos de España y, a través de un programa de formación, permitirles pertenecer a una red internacional de liderazgo universitario con el fin de mejorar la situación actual europea y aportar nuevas ideas.

Sonaba bastante bien lo de realizar un viaje de tres semanas por las universidades más importantes y prestigiosas de toda Europa junto a 49 personas más (50 en total) y tener así la oportunidad de conocer gente con la que compartir tus mismos intereses, a la vez que puedes aportar tu granito de arena para construir una universidad más comprometida con la sociedad y su entorno y conocer también nuevos lugares que permitan abrir tus propias fronteras y descubrir cada uno de los rincones de este gran continente.
El proceso que había que llevar a cabo era largo y difícil y había que superar una serie de fases en las que se iban eliminando poco a poco participantes. Solamente había una cosa segura, y era que de unas 4000 personas sólo podían quedar 50.
Siendo esto así, hubo que cumplimentar, en primer lugar, un cuestionario personal sobre diferentes aspectos. Superado el mismo, pasé a la siguiente fase junto a una compañera de mi instituto, Paula Pérez.
Así, en la segunda ronda tuvimos, por una parte, que elaborar un vídeo en el que teníamos que presentar, en un minuto, como máximo, quiénes éramos y, por otra parte, participar en una prueba presencial en Sevilla que consistía en una dinámica de grupo cuya finalidad era crear un invento y saber venderlo a los demás compañeros. Ambos pasamos.
La siguiente y última fase estaba dividida en dos niveles y habían llegado a ella 300 preseleccionados. En primer lugar hubo que hacer un trabajo online sobre la rama que cada cual eligiese (en mi caso Medicina, que es la carrera que quiero hacer) y en segundo lugar asistir a una concentración en Madrid en la Universidad Francisco de Vitoria, durante un fin de semana, en el que tuvimos que realizar actividades grupales y deportivas y pruebas escritas... El fin de semana fue espectacular. Ya por el hecho de asistir merecía la pena haber llegado hasta allí. Tuvimos la oportunidad de conocer a Robin Warren, Premio Nobel de Medicina 2005, entre otros. Además, la Universidad organizó una serie de conferencias y actividades complementarias en las que se pretendía valorar el talento de cada uno de los participantes desde la observación de sus múltiples aspectos.
Finalmente, tras unas semanas de espera, después de participar en el fin de semana que se llevó a cabo los días 7, 8 y 9 de Marzo de este mismo año, llegó el momento esperado: la comunicación de la resolución definitiva de los 50 Becarios Europa que iban a formar parte del viaje final e iban a tener la posibilidad de continuar con el programa tras su finalización. Con esto me refiero a la ELU (Escuela de Liderazgo Universitario), otro programa que permite a los Becarios Europa continuar con su formación personal y profesional tratando temas de actualidad y llevando a cabo talleres y grupos de trabajo en los que plasmar su punto de vista sobre la situación actual nacional e internacional.
Y ahora, como uno de los 50 seleccionados, espero con impaciencia que llegue este verano para emprender una aventura apasionante y conocer nuevos países y personas con las que compartiré mis inquietudes.  Ha sido una gran sorpresa que no me esperaba y desde aquí animo a toda la gente a que participe en programas como estos que te abren las puertas a un futuro que quizás, quién sabe, dependa de ti.
Fernando Delgado Hidalgo
Fernando, en el centro de la imagen, galardonado junto a su equipo en una prueba

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